El Chivi: Murcian Psycho

La noche del jueves pasado, víspera de mi Santo, recibí de parte de mi cuñada y mi hermano uno de los mejores regalos que se le pueden hacer a una persona que roza la delgada línea que separa al friki contagioso del ciudadano modelo.

Si os digo que se trataba de dos entradas para un concierto de José Córdoba, muchos no sabréis de quién hablo. Si os digo que a este pornoautor se le conoce en los ambientes como El Chivi, la cosa cambia para bastantes de vosotros. Los que os conectéis a Internet desde la época en que el mp3 era algo oscuro, desconocido y probablemente ilegal que tardaba 3 horas en bajar a tu ordenador, y la palabra eMule sonaba a emulación de consolas, seguramente sabréis ya a quién me refiero. Para los que aún no sepan quién es el Chivi, os mando a la fuente del saber.

El concierto fue en La Puerta Falsa, fantástica elección, pues se trata de un lugar para conciertos minoritarios, cuyas dimensiones hacen que lo más lejos que te encuentres de los artistas sean unos diez metros (y eso cuando vas al baño), y en el que nunca verás a Alejandro Sanz. Aún así, me pareció que el sitio se llenó con creces, pues mucha gente hubo de quedarse de pie. Merece la pena mencionar que no había sólamente hombres, como algunos pueden esperar. El Chivi tiene entre sus más fervientes admiradores a bastantes mujeres (¿verdad, Laura? ;-).

Lo más destacable de todo es que el instrumental del concierto consiste en un micro, tres guitarras, y el Chivi. Nadie más le acompaña sobre el escenario, nadie le monta el equipo, no hay juegos de luces... hay que ser verdaderamente bueno para hacer un concierto entretenido en esas condiciones.

Cuando el Chivi subió al escenario, su imagen era muy distinta de la que yo recordaba de él. Ha perdido algo de pelo, y ha cambiado la estética de chaqueta y máscara por un atuendo de lo más normal para ir a la universidad a jugar a los dados. Sin embargo, su voz es inconfundible. Y las letras... en fin, marca de la casa. Escuchar al Chivi fue una gozada de la primera canción a la última. Yo no conozco demasiado el último disco, pero es que el Chivi no necesita escucharse dos veces para que te guste, como otros. En realidad, ya sabes lo que te vas a encontrar. Por eso estás ahí.

El concierto giró principalmente alrededor de los temas del último disco. Escuchamos Mi princesa, Catapún, Dedicado, Metrosexual (sublime), Spanish Psycho (tema que da título al último disco), y El manager. Pero uno de los mejores momentos fue cuando, a petición popular, Chivi, respetuoso de su público, se arrancó con El Abuelo es gay, un tema clásico para desencajarte la mandíbula. disfrutamos de una remezcla de Radikal, Coños (de letra imposible), Necrohistoria, y alguno que seguro que estoy pasando por alto. Disfrutamos como enanos todos los que estábamos en la sala.

Mirando a la cara de la gente podías ver que todos los allí presentes sabían que era un momento único. De hecho, Chivi va a colgar las botas como pornoautor por un tiempo, y va a probar a lanzar un disco de corte más serio. Así que probablemente, la próxima gira no será lo mismo. Será mejor o peor, pero en todo caso, distinta.

Al final del concierto, Chivi se acercó al público, y nos saludó a todos uno a uno, sondeando la opinión de la gente sobre el concierto. Con nosotros tuvo el detalle de cantarnos en nuestra propia mesa el estribillo de una de las canciones que yo, personalmente, eché de menos durante el recital: Bastante buena gente. Cercano, simpático y agradecido de nuestra presencia (como un Bisbal o Paulina Rubio cualesquiera). Una experiencia inolvidable.

Sólamente me queda agradecer a Don José Córdoba, si llega a leerme, los buenos ratos que nos ha dado a sus seguidores a través de su alter ego que no trabaja en un banco ni es licenciado en derecho. Para los que os lo perdísteis, la última oportunidad en Murcia será el día 3 de mayo. Tenéis toda la información en la web de José Córdoba.


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